domingo, 26 de mayo de 2013

[RELATO] El marques de Bellafonte (propio)

Hola y bienvenidos a mi blog!
Espero que les guste y poco a poco vaya creciendo, les comento que soy un cinefilo/bibliofilo y productor aficionado (aficionado de momento ;) de cortometrajes. tambien soy musico y compongo en mis ratos libres, en fin, en este blog encontran lo que vaya creando asi como recomendaciones y descargas de e-books :)
Aca les dejo un pequeño relato que hice a altas horas de la noche para ayudar a una amiga en su colegio, espero les guste y critiquen! que eso es lo unico que puede ayudarme a mejorar :)


Esta es la historia del marques de bellafonte...

  • Bernarda! * Cof cof * - grite con el poco aire que podian reunir mis enfermos pulmones – bernarda! Donde se habra metido esta vez mi maldita ama de llaves..
Poco despues entro apresuradamente en la habitacion, su piel ya denotaba las primeras marcas de la edad y en su pelo ya florecian canas, pero en sus hermosos ojos verdes todabia ardia esa chispa de juventud. Ciertamente Bernarda era una mujer hermosa... y lo sabia, se aprovechaba de eso en cada ocasión, pero en su epoca una mujer tenia que hacer lo que tenia que hacer, al menos si queria progresar. En su vida habia hecho cosas de las que no estaba orgullosa, pero nunca se arrepentia de nada. “Bueno” penso mirando al deshecho marques, “Tal vez si de una cosa”.
  • Que desea mi señor? - pregunto con la acostumbrada amabilidad – desea que le sirva mas agua?
  • No bernarda, no te llame para eso. Como bien sabras * cof cof* m- me- estoy muriendo – hizo una breve pausa y continuo – necesito que s-se, necesito que sepas lo que realmente paso hace 23 años.
    Petrificada era una insulsa palabra para describirla en ese momento, podria realmente estar refiriendose a lo que ella creia? Con lagrimas creciendo en sus ojos y un nudo en la garganta le pregunto:
  • de que estas hablando? - creia saber la respuesta, pero esperaba quivocarse, no creia realmente que el fuera tan estupido...
  • no me queda mucho tiempo, escucha. busca en el tocador, debajo del primer cajon veras una parte * cof* en la que el fondo es falso, dentro hay un libro, traemelo – dijo apresuradamente
Hize lo que le pedia y se sente junto el en su lecho.
  • este es un diario que te he ocultado por mucho tiempo – dijo con tristeza – no podia morir llevandome este secreto a la tumba. Habla sobre Emily, por favor, leelo.
Dejandosee llevar por la curiosidad y la emocion, abri el libro y comenzo a leer:

19 de mayo - Bahia de Bluefont
Hoy es mi 22° cumpleaños, se que soy una mujer desde hace tiempo,
pero me sigo considerando una niña, tengo tanto que aprender,
tanto que explorar, que observar, que probar...
veintidos años sin saber incluso quien soy.
Como puede llegar a cambiar la vida de una persona, una simple frase
puede cambiar drasticamente tu vida. Hasta hace dos dias atrás no
sabia quienes habian sido mis padres, me crie en el horfanato de
Bluefont y a los dieciseis comenze a trabajar como criada. No tenia
aspiracion mas grande que la der hacer bien mi trabajo y quiza algun
dia llegar a ser ama de llaves. Pero hace dos dias llego esa carta de aspecto
oficial dirigida a mi y lo cambio todo.
Me asuste como es logico, pensando que seria algo malo, pero lo que decia
alli... lo que esa estilizada y rebuscada caligrafia insinuaba...
No sabia que hacer, asi que al dia siguiente robe un caballo de los establos
y volvi a donde comenzo todo. Volvi al horfanato y me pase todo el dia
averiguando lo que podia, rapiñando informacion sobre mis raices
en cada oportunidad que se me presentaba.
El contenido de la carta encajaba, y en ese momento fue cuando
la que dejo de encajar fui yo, ya no me sentia parte de nada ni nadie?
Quien soy?
Porque? Porque reconocerme ahora?
Como pudieron ser tan desalmados?
Bueno, tampoco era tan inocente, no ignoraba las razones sociales
por las que podrian haberlo hecho, pero aun asi...
Asi que reparti las pocas monedas que tenia entre la gente del
lugar para que esparcieran el rumor. Ninguna noticia viajaba mas
rapido que las que se originaban en los bajos...
Tal vez asi aprenderian una leccion de humildad.

  • Bernarda... - Bernarda dio un respingo sobresaltada y dejo caer el libro al suelo – por favor no te quedes callada... di algo por favor..
Estaba viva, mas de dos decadas atrás habia dado ordenes de que se deshacieran la bebe, fue un acto impulsivo de una mujer joven que creia que el mundo estaba en sus manos, ahora lo sabia, pero que podria haber hecho? La descendencia entre ellos era algo impensable, el un marques soberano en su tierra, ella la simple ama de llaves, la par de habladurias que se generarian a sus espaldas hubiera sido enorme. Nadie volveria a ver al marque de Bellafonte de la misma manera, y hubiera tenido que echarla de la casa . Nadie contrataria a una ama de llaves con ese historial... no podia permitir eso, pero jamaz penso que el podria haberla dejado vivir... hizo oidos sordos a sus deseos y simplemente la dejo en un horfanato... ridiculo, pero aun asi la mera imagen de su hija viva frenaba un latido su corazon, haciendole sentir cosas que creia perdidas para siempre...
Bernarda suspiro “ Eso quiere decir que ahora nuestra vergüenza es de dominio publico”. Vio en los parpados del marques el destello de una lagrima y un temblor que le sacudio el cuerpo entero. Ella sintio un estremecimiento en lo mas profundo de sus entrañas. Esta vez no era la muerte, si no la certidumbre ineludible de que tarde o temprano tenia que suceder.
No se equivoco. El marques se levanto de la cama con sus ultima fuerzas, se derrumbo frentea ella y se solto en un llanto aspero de viejo inservible.
Y murio.
Bernarda no sabia que hacer. Se quedo simplemente observandolo durante unos instantes y luego reanudo la lectura del diario, intentado averiguar algo de lo ultimo que le quedaba en la vida.

Tal vez asi aprenderian algo sobre decencia y el amor.
Sin esperar ni un segundo mas, totalmente decidida a
encarar su destino, volvi a subir al cabllo y galope hacia
el lugar de procedencia de tan manifiesta carta.
Subi los escalones de la casa de dos en dos, y cruze
el umbral sin preocuparme si me detendrian, casi como si
mis pies conocieran el camino me encontro llendo de lleno
hacia la habitacion de mi padre.
Toque la puerta de la habitacion tres veces rapidamente, pero
me negue a esperar. Ya habia esperado 23 años.
Simplemente abri la puerta y entre.
La habitacion era dominada por una enorme cama adoselada
donde un hombre yacia de cualquier manera. Muerto.
Al lado de este, en una silla, se encontraba una mujer que
lentamente deje caer el libro al decirle...

Con los ojos como platos, Bernarda dejo caer el libro y miro a la persona que acababa de entrar en la habitacion. Era una mujer, una muchacha energica con aspecto de haber corrido una maraton y con su misma mirada, dirigiendose lentamente hacia ella.

  • Hola – se presento – Mi nombre es Emily.